China negó ayer que su consulado de Houston haya robado propiedad intelectual o información de empresas, un día después que Estados Unidos ordenara el cierre de la sede diplomática, una medida que profundiza las crecientes tensiones entre las dos economías más grandes del mundo y por la que el gigante asiático reiteró que habrá “represalias”. El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, dijo que la orden de cerrar el consulado de Houston, en el estado de Texas, va en contra de las normas básicas de las relaciones internacionales. “Esto está rompiendo el puente de amistad entre los chinos y los estadounidenses”, dijo Wang y desestimó, además, las acusaciones estadounidenses de espionaje y robo de propiedad intelectual y advirtió que habrá represalias.
El funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de China evitó responder a las preguntas sobre cuáles serán las contramedidas y, ante la insistencia de los periodistas, se limitó a leer varias veces el texto del día anterior: “Pedimos a EEUU que se retracte de esta decisión errónea, o de lo contrario China tomará las represalias legítimas y necesarias”.
El Departamento de Estado dio ayer 72 horas a Beijing para cerrar su consulado en Houston, para “proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos”, alegando que agentes chinos habían tratado de robar datos de instalaciones en ese estado sureño.
La orden de cierre de la sede consular se produjo horas después de una acusación lanzada por el Departamento de Justicia estadounidense contra dos ciudadanos chinos, a quienes les imputa el delito de hackear servidores de empresas de 11 países para intentar robar datos de la vacuna contra el coronavirus y secretos de tecnología militar. El secretario de Justicia, William Barr, anunció la imputación de Li Xiaoyu, de 34 años, y de Dong Jiazhi, de 33, “dos piratas informáticos chinos que trabajaban con el ministro chino de Seguridad de Estado”. Sin embargo, hasta el momento no fueron detenidos. (Télam)